Siempre me gustaron las artes, artistas, dibujos a mano, ese tipo de imagenes que te emocionen o recuerden a algo. Y si es en una etiqueta de vino, mucho mejor porque es cmo el combo ideal para el disfrute...
Que sensaciones te da el arte de la pintura. Un cuadro puede llevarte a navegar, como este, o hacerte sentir que estas sentada en una playa o bosque... Y el vino te transporta a lugares donde podes sentir el clima que siente la vid en pleno proceso de generar todo su ciclo hasta darte el resultante líquido que tienes en la copa.
La historia de este vino, tiene una gratitud en medio de todas esas sensaciones... Este vino, junto a dos mas de la coleccion Quinquela, me los gané en un sorteo. Si si, como leen, en un sorteo en instagram, donde ultimamente, debo reconocer, no he estado participando ni posteando... Entonces ante mi poca presencia en las redes, y la noticia de que me gané este lindo combo de vinos, mi disfrute es mas intenso.
Si hacemos una reseña solamente basada en el vino y su parte técnica, me tomé el trabajo de hacerla en imagen que la encontrarán mas abajo... Pero quienes me leen y conocen, saben que mis reseñas no van x el lado de lo técnico, que es bueno saberlo, pero a mi me toca mas en lo emocional.
Y nada mas emocional que la historia de los artistas, cmo este:
Él, Benito Quinquela Martin, uno de los artistas más famosos de Argentina, era un huérfano nacido en La Boca, un barrio que amaba y nunca abandonó.
En ese momento, La Boca era una colección de casas de hojalata y restos sombríos de lo que alguna vez fue un puerto pujante. Cuando Benito no estaba descargando pesados sacos de carbón de los barcos cercanos, usó trozos de ese material negro para dibujar sobre cualquier pedazo de chatarra que pudiera encontrar por ahí. Esta práctica continuaría en su trabajo incluso después de tener éxito internacional: dibujó con carbón y aplicó pintura al lienzo con una espátula que fabricó adaptando las usadas por los albañiles.
La imaginación de Quinquela vio a través de los tonos de gris apagados de la estructura de lata de La Boca. Caminó por el vecindario e imaginó un puerto vibrante lleno de barcos coloridos, donde los hombres siempre podían encontrar trabajo. Luego, después de soñar despierto todo el tiempo que fuera necesario, pintó sus sueños con una prisa tan intensa que todavía se puede sentir a través de su trabajo.
Benito era a veces un trabajador del carbón, y otros vagabundo; un artista exitoso y un filántropo: según él, era solo un pintor de barcos.
Y dps de dar un pantallaso leve x la historia de Benito, vamos al vino:
Un red blend, #Malbec #Bonarda, donde la fruta tardó en presentarse y sus aromas de barrica se hizo presente. Una combinación que me trajo el recuerdo de la terraza de mi abuelo, donde él, como buen tano, sembraba y cosechaba sus frutas y verduras de hoja, entonces recuerdo el verano, en su terraza lleno de plantas y de frutas que asomaban x los bordes de las macetas. Una higuera tremenda, duraznos, frutillas, uva chinche, peras, y creo que me olvido de alguna... Es una mezcla de aromas que te activan la memoria emotiva, xq todo eso iba acompañado de explicaciones de cada fruta, de anécdotas de su infancia... Escucharlo era maravilloso y mas siendo niña...
Y las ciruelas maduras de este blend, me hicieron volver ahí, en Floresta, barrio de la Ciudad de Buenos Aires, con todo lo que representaba en la vida de un niño pequeño, visitar a sus abuelos...
Lo tostado, un poco de cuero, muchos descriptores propios de la crianza, algo de vainilla allá a lo lejos, acompañaron el bouquet frutal en boca que la acidez marcaba junto a sus taninos aterciopelados que hicieron de este vino, una belleza que no te cansas de tomar y disfrutar...
Desde La Rioja, con cariño y arte, Bodega Valle de la Puerta, presentan esta colección Quinquela que es un placer sensorial completo...
No dejen de probarlo.!!
Chin chin para tod@s.!!
💃🏼🍷🎭🖼🎨💎👑
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu mail para que me contacte contigo para cualquier duda que tengas.!